Hace un tiempo me pidieron consulta los Señores Pomos, pacientes y hermanos en Cristo, narran que sus vidas han cambiado mucho desde que la Doña no deja de quejarse de problemas de salud, no sale casi de la casa, su aspecto físico le preocupa poco, vive de médico en médico, sin diagnosticarle nada y está siempre sensible.
Habiéndoles escuchado, examinado y revisar todo un maletín de estudios ya realizados, les comento que puede estar cursando en una fase de Depresión; el señor Pomos me interrumpe y dice: ¡me lo imaginé, las mujeres sufren de eso!, a lo que le respondo,
Sí señor, las mujeres pueden padecer más de depresión, pues los informes de consultas por cuadros de depresión son más altos en las mujeres, pero el alcoholismo y los suicidios son más altos en hombres, lo que sucede es que en la naturaleza y mucho más por cultura, cada uno enfrenta situaciones de forma diferente, por lo general la mujer exterioriza más y habla, mientras que el hombre tiende a interiorizar y no admitir que tiene un problema.
Se hace un silencio e interviene Doña Pomos, ¿Dra. Y que es en realidad una depresión?
La depresión (Antes llamada melancolía) no es más que la perdida del interés hacia la mayor parte o todo lo que está en su entorno, es una afección afectiva-conductual, por eso se refleja con tristeza, disminución de la vitalidad, perdida o aumento de peso, no poder conciliar el sueño o dormir demasiado y poca concentración.
Hay un sentimiento de que el mundo ha perdido color y de que para él o ella no hay esperanza.
Sin terminar la frase, Don Pomos de forma cortante dice, “eso quiere decir que si ella estuviera firme en Cristo no sintiera eso”, ¡un cristiano no se puede deprimir!
A ver Sr. Pomos, quiero que entienda que la depresión es algo como un virus, por ejemplo en los virus, los niños y los ancianos son más vulnerables, pero le puede dar a cualquiera, hay quienes tienen cierta predisposición en sus genes, es decir la familia, y sobre todo el entorno en que se desarrolla una persona; pero en general todos podemos tomar un resfriado y luego viene que dependiendo de cada persona puede durar unos días o se puede complicar con una neumonía, así pasa con la depresión, todos podemos pasar por una etapa, pero ya sea por falta de conocimiento o descuido, podemos empeorar.
La Biblia nos presenta situaciones en que servidores del señor han expresado un estado muy particular de la depresión
Salmos 88:1 OH Jehová, Dios de mi salvación,
Día y noche clamo delante de ti.
88:2 Llegue mi oración a tu presencia;
Inclina tu oído a mi clamor.
88:3 Porque mi alma está hastiada de males,
Y mi vida cercana al Seol.
88:4 Soy contado entre los que descienden al sepulcro;
Soy como hombre sin fuerza,
88:5 Abandonado entre los muertos,
También podemos ver en Job, que debido a todo lo que le había acontecido llegó un momento que habla de la amargura de su alma, así sucede con las personas que tienen perdida de un ser querido o trastornos de salud como Cáncer, Sida, entre otras…
Job 10:1 Está mi alma hastiada de mi vida;
Daré libre curso a mi queja,
Hablaré con amargura de mi alma.
Y Salomón expresa en Eclesiastés que los afanes pueden provocar desesperanza, el ocupar nuestras energías solo en la rutina nos puede causar hastío, sino observemos que cuando repetimos mucho algo se hace monótono y necesitamos renovar.
Esclesiastes2:20 Volvió, por tanto, a desesperanzarse mi corazón acerca de todo el trabajo en que me afané, y en que había ocupado debajo del sol mi sabiduría.
¿y como puedo hacer para evitar o salir de la depresión? pregunta ansiosa Doña Pomos.
Como médico Cristiana les puedo decir que el médico por excelencia tiene la solución pues nos da dos herramientas: su Palabra y también el conocimiento a un personal de salud competente (médicos, psicólogos, psiquiatras)
Romanos 15:4 Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.
En Salmos 34:4 Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores.
34:18 Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu.
Romanos 5:3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;
5:4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;
5:5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
Está comprobado de las propiedades curativas de la riza y el canto, algo que para muchos es cosa de hace poco, pero nos dice filipenses 4:4
“Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos”
Efesios 5:19 hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones;
5:20 dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Para finalizar, no olvidemos que la Depresión es una alteración anómala, es decir es un estado no normal que puede complicarse, es por eso que cuando se agrupan muchos síntomas y sobre todo persisten debemos auxiliarnos de los especialistas en estas áreas, ya que hay casos en los que se requiere medicación.
Y recordemos que pasar por una depresión no es el problema, sino como respondamos ante esta.
1 Corintios 10:13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
Ángela Bello (Verónica)
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