miércoles, 21 de octubre de 2009

Mi Perspectiva Matutina


Salmos 3:5 Yo me acosté y dormí, Y desperté, porque Jehová me sustentaba.


Esta mañana mientras realizaba mi caminata como de costumbre lucho por no dejar mis pensamientos libres y así sostener una comunicación con Dios, aprovecho la oportunidad de la fresca briza del mar y los incomparables sonidos de los elementos de la naturaleza, siendo esos treinta a cuarenta minutos un incuantificable beneficio del tipo de empleo que desempeño, pues en cada semana de servicio puedo bien disfrutar de por lo menos unos momentos de las imborrables imágenes de las zonas costeras.
Me esfuerzo porque mis pasos matutinos sean para dar gracias y empiezo a manifestar al creador mi agradecimiento por todo lo que me da, pero en este día algo en mí me autocuestionó y recordé las tantas veces que he reprochado a mi niño por hacer de la oración un párrafo repetitivo que ahora sentía que era lo que yo estaba haciendo, pues una especie de dèja (del francés,ya visto) me arropaba y cada palabra parecían saber al día anterior.
Medité entonces en Salmos, como David hacia se sus oraciones una verdadera catarsis y comunicación con nuestro padre celestial; cada Salmo era una petición o agradecidimiento que el Salmista elevaba con un lenguaje extenso y profundo que bien se puede obtener cuando tenemos algo que manifestar. Esa es la diferencia entre una metódica u ordinaria exclamaciòn diaria y una conversaciòn u Oración con nuestro Rey de Reyes y Señor de Señores.

Dra. Ángela Bello

1 comentario:

Noemi dijo...

bendiciones desde mi blog, www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com